lo que se oíría con más fuerza,
Primero Contempla
martes, 13 de septiembre de 2022
Jardines Colgantes
lo que se oíría con más fuerza,
domingo, 11 de septiembre de 2022
Filipenses
Los filipenses, ex -internos carcelarios, parecieran estar atravesados por todo el desecho social: la sumisión absoluta, el descarte humano, la exclusión social, la ignorancia total, la entrega hacia la autoridad como una verdad. El miedo, la culpa, la segregación hacen de rostro.
Gente rota. La idea que circula en nuestro país ya no es la del del granero del mundo como en la década infame, ahora es la de la utopía del país inclusivo, dador de derechos. Leyes a medias. Se crean instituciones y se emiten las fotografías. Luego se olvida. Una seguidilla de complicaciones para las personas que cuando salieron de sus cárceles se encontraron con una realidad deteriorada y vulnerable: peores condiciones, incapacidad para soportar las clases sociales: desocupación, aceleración de alguna enfermedad, discapacidad, situación de calle, aislamiento, adicciones, una pobreza desoladora. Conocen bien los arrabales, las miserias, la operatoria del sistema, intuyen que están bajo un yugo, y lo respetan.
Así fueron recorriendo una nueva década infame: pidiendo auxilio en las instancias públicas. Puertas cerradas. Lo que se gasta en las instituciones de salud pública, lo gozan aquellos que se supone, los cuidan y los custodian: trabajadores de la salud, trabajadores de las fuerzas. Mientras el Estado nos da lasagna para continuar la vigilia por los enfermos, los enfermos consumen una sopa desabrida que tiene sabor gracias a los sedativos. Con Jorge, en un episodio de descompensación, debimos esperar en la guardia ocho horas. La clasificación “triage” que determina los niveles de urgencia para pacientes en las guardias no contempla personas en situación de calle. La jerarquización de beneficios “públicos”. Una denuncia al INADI, un pedido de intervención al Ministerio de Desarrollo Social, un pedido de internación al Hospital de Fátima -donde el ex – interno es ya paciente- llamados al comando policial, todos remiten la problemática a otro organismo, bajo el mismo concepto: están abarrotados de demanda, no pueden atender a personas en situación de calle.
Jorge, un ex -interno carcelario en situación de calle (dónde si no...), comenta que un día se despierta desorientado, sólo el frío lo despertó. Mira alrededor y ve una “panza enorme, una embarazada”, en su confusión solo percibe que está acostado en un recipiente de metal en una institución pública. Se levanta, y golpea una puerta: estaba en la morgue del hospital Madariaga. Cuando se percata, la “panza enorme” era un cadáver que por descomposición hincha el cuerpo producto de los gases gástricos y la putrefacción. El hospital al despedirlo con las palmaditas al hombro tambien le da un vale gratis para almorzar en el comedor de la institución, sin embargo como su organismo no podía recibir comida sin antes tomar bebidas, bajó unas cuadras, y compró alcohol.
Estos ex internos saben de su condición, saben que no salieron ya “restituidos”, pero no les interesa. Arlt, visionario de la época, relata las vivencias de estos segregados en plena década infame. Trabajos precarios. Estigmas insoportables. Una decadencia que solamente dibujada con la arquitectura poética y relatos hilarantes se podría digerir. En el trajín diario, a algunos les alcanza con encontrar una bombilla para el mate, o regatear alguna yerba o cigarrillos, mientras la forma de pedir es siempre la misma, un decoro demasiado exagerado para su despilfarrada y sucia vestimenta, y las miradas son siempre las mismas, o los ignoran, o les chamullan chabacanamente con un "vo sabe que no tengo nada che".
Encontré en los muchachos del Centro Carcelario y Hospitalario, una desolación propia de esos dias de atardecer, que ensordecen los sentidos y enlentecen las palabras. Las puertas del galpón se abren de 8am a 22 pm para que ellos dejen sus camas apoltronadas y llenas de humedad, para que puedan salir a la calle y buscar un trabajo, recorren la ciudad, buscan esa alianza con la comunidad que todavía ofrece poco, con la misión de reinsertarse. Para los vecinos y transeúntes del galpón, nada es suficiente: los ignoran, los prohíben en ciertos comercios, no les aceptan "changas" o no les dan trabajo.
También se reconoce en ellos como si gravitara una fuerza opresora desde adentro, una especie de culpa. Dice Marcelo: “Yo cometí el peor acto que una persona puede cometer, yo estaba tomando con mis amigos, y quedamos sin plata. Tuve que ir hasta la casa de mi papá, y lo maté. Le robé el dinero, y seguimos tomando hasta el otro día”. Hoy se refugia en la fe, en un “padre” que todo lo perdona. En la restauración de aquella función paterna con la que todavía siente que tiene que saldar sus deudas, pero como si fuera un castillo de naipes, se desmorona cuando cuenta sus experiencias.
Un día sentados fuera del galpón hacia la calle, estaciona un auto y nos trae una caja cerrada, la abrimos y habían cien facturas. Lo divertido del momento trajo tarde de confesiones, secretos, risas y un encuentro con lo más propio de ellos, episodios psicóticos, intentos de suicidio, un suicidio dentro del galpón, ver al 107 llegar constantemente al galpón, los oficiales de la policía ya llegan conociéndonos a todos, para trasladar a alguien o traer a alguien nuevo. El día de “las facturas”, entre secretos confiesan que Mario no es bien recibido dentro del galpón, se está convirtiendo en pastor de una iglesia, y lleva la “palabra”, a los penales todos los viernes. Mario tuvo condena de 18 años por violación de un menor. Entre ellos, también reproducen cierta lógica e imprimen ciertas marcas.
La impotencia orbita en el galpón: no saben hasta cuándo, no saben después qué, hay un mientras tanto insoportable, un gran otro ausente, solo saben eso. Constantemente repitiendo una lógica que los está llevando a la muerte en algunos casos. Una impotencia como síntoma que bien expresa la relación Estado Vs. ex internos, la impotencia de una ley incompleta, la impotencia hacia la imposibilidad de escapar de ese Otro que lo nombra, y lo sigue reimprimiendo. Se vuelve una suerte de “guerra” económica y social donde continúan criminalizándolos, y metiéndolos en una nueva marginalidad, dejándolos bien en claro que nunca, nunca van a alcanzar los estándares posibles de inserción. Una moderna manera de exterminar sin las balas, la mano dura o la represión.
lunes, 11 de julio de 2022
Sueño "Fin de la Era"
Veía desde la ventana un departamento, la ciudad y su mal tiempo, muchas repisas en ese lugar atestado de gente, las nubes seguían cargadas y amenazaban. De pronto cae una repisa por el viento. Yo intento acomodar las blancas esculturas caídas hechas de arcilla con la cabeza de Freud y Lacan en la repisa. Y acomodaba de un lado a otro, porque no se mantenían en su base, hasta que suena el timbre y comienza mi hora y empiezo a dar clases, yo estaba frente al pizarròn, mientras guardaba esas esculturas arriba de un armario, y alado de la puerta pasa él, que terminaba su hora, él daba clases de 8 a 9, y a las 9 entraba yo. Me dice bajo y en el hombro: no me gustaron las esculturas. Yo quedé perpleja y seguí dando la clase, mientras veo a Teo y a Walter dando clases del TIF.
En ese momento, doblábamos muchas telas en partes y partes y esas partes las volvíamos a doblar en más partes. Eran telones inmensos, Cris me cuenta -en medio de mi perplejidad o embotamiento, quizas por intuición- que ella estaba embarazada y yo de pronto me puse inexplicablemente muy feliz. Había mucha gente en el aula, se parecía a la escuela incial donde yo había cursado mis estudios primarios, y tenía una cantidad innumerables de habitaciones y piezas y pasillos, como un laberinto con muchas escenas dentro de otras.
Allí comprendí todo, que finalmente sucedió el fin de la Era.
- Este sueño lo tuve hace exactamente un año atrás. Cuando desperté ese día comencé a escribirlo sin parar, la reconstrucción -estimo- habrá durado más de lo que el sueño. Aún siento perplejidad por algunas escenas de ese sueño, aún un año después.
martes, 31 de mayo de 2022
Rebote
Qué hay sin el recuerdo...
Siempre he pertenecido a este lugar
símbolo de regreso y armonía.
Cómo no dejar rastro alguno de su prosa luego,
si los cuchillos también han dotado de un ritmo a tu lengua.
No duerme jamás.
Latente siempre por tu caída que es bienvenida.
Encuentro de las palabras que se consumen por decir,
se entrecruzan con memorias,
responden al tejido visceral,
el arte rebota en arte,
y si estoy segura,
crea una dosis que alimenta el 'aleph'.
-
domingo, 6 de febrero de 2022
Nuestro Borges platónico
A través de la experiencia con el lenguaje, con un fin político, Platón parece establecer ese orden y esa reflexión necesaria para que el mundo se hiciera más justo y habitable, en el que los más sabios debían gobernar, siempre y cuando hubiera censura a los poetas, se prohibiera de propiedades y capital a los guardianes (trabajadores del estado), y se recurriera al uso de mentiras piadosas al pueblo. Colocando a la educación constante de sus miembros como eje fundamental para que ocupen posiciones de liderazgo, él consideraba que se fomentaría una sociedad bien ordenada y justa donde cada uno tendría lo que merece.
Allí encontramos un hombre situado en una historia donde su memoria limpia es apabullada por el Otro, por lo peligroso y primitivo, aquello que es necesario esconder y de lo posible matar.
En Aleph, se conoce que Borges usaba una técnica literaria llamada "Vi", en donde utiliza una enumeración caótica pero con un orden totalizador, sin ayuda de la cual no podría haber escrito el poder del hombre Vs el poder del infinito, representada por aquel punto que contiene a todos los puntos del universo, pero siempre siendo un hombre del linaje ilustrado que es capaz de controlar el mundo.
vamos a volver.
sábado, 20 de junio de 2020
Don Pedro Luna
Luego uno se recostaba sobre el catre un rato, para espantar los mosquitos y charlar de los guachos con don Pedro, era todo su descanso mansito antes de que la abuela pida ayuda para traer el candil, porque había que encenderlo con queroseno o alcohol. Después de iluminar los últimos restos de atardecer caídos, marchaban todos para la cocina, cada uno sosteniendo su silla, incluso la abuela, que de una mano llevaba fija su silla, y en la otra llevaba con cuidado su lámpara agarrada al garfio. Ya en la cocina y después de unos buenos chistes en la ventana, alguien hablaba de lo centelleante que estaba poniéndose la luna, mientras que no faltaba el argumento casi irrelevante del abuelo, cuando decía que a las estrellas no hay que contarlas, porque atrae la mala suerte.
sábado, 3 de septiembre de 2016
Ficciones
lunes, 4 de julio de 2016
¡Aonikenk!
la tinta salía como del corazón,
recordando momentos
sueño solamente
qué ilusión.
Recuerdo que con versos escribía pensamientos,
y de mis entrañas salía la letra, la prosa
pero de tu verbo salía la pierna, tu cara
y buscaba puntos y tildes y labios.
inalcanzable sin razón,
suerte maldita
valle rocoso
mi débil corazón grita.
¡Aonikenk!
miércoles, 8 de junio de 2016
Tiempo
En tus manos soy brasa y ceniza
Y estoy tu cuerpo,
nos brotamos y me vuelo,
y te vuelo,
En paréntesis estamos, y en tus manos nos tenemos
bebiendo la sed
y los dos lo sabemos.
Pero ahora me llueves
miércoles, 11 de noviembre de 2015
Cuadernos
Ahora te erguís
Káiser de la palabra,
lunes, 9 de noviembre de 2015
Casa de Muñecas
lunes, 23 de febrero de 2015
Presencia
vivo
martes, 17 de febrero de 2015
17
Feliz cumpleaños
Chico eterno.
De vos la copa de la emoción.
A vos un suspiro regalo.
Eterno tu andar en refugios.
Tanta creación.
Camina.
Insólito único.
Camina.
De vos el retorno mareo.
Tu belleza
Las voces creadas, traslucidas.
Tu voz
Tu aire
La mirada.
Eternas sean.
Camina. Vuela.
Por hoy,
Tacita luz de todos tus recuerdos.
sábado, 10 de enero de 2015
César:
It's not that it's bad?it's not that it's death
It's just on the tip of your tongue, and you're so silent.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Orbito
-Hoy Apolo toma el vino de su Dionisio y se vuelve a embriagar.
martes, 4 de noviembre de 2014
Túnel
El camino de hoy es una posta, una parada, un puente en el que se puede mirar desde casi todos lados. "El reflejo de nosotros mismos", nunca una frase me proporcionó tanta paz, pasa que solo puede decirse una mañana como ésta. Que se descanse en paz, una mesa y un café, no más lecturas, no más conversaciones con viejos que saben y otros no tanto. Decepciones. Una mesa, un café, en el medio, esos pensamientos (metafisicos?) que nos dicen cada vez menos como son las cosas, que nos hablen de silencio. La nieve, las lluvias, el calor, la playa, las risas que se confunden porque el viento las lleva y las trae. No más canciones. Silencio. No más golpes al corazón. Se apagan las tantas letras que hablan de amor o desamor, y las películas? Esos (viejos) clisés posmodernos. No la miraste? Uh. Sonrisas. Hay épocas que empiezan y no te das cuenta hasta que acaban. Recordas los perfumes, las brisas, los objetos que más usabas, esa época en la que estabas loco por eso. Porque siempre andamos locos por algo. Y otra época empieza, cuando termina la otra. Y te enamoraste en el medio, y todos esos estallidos que la vida regala de vez en cuando, y todos esos muertos que enterras de vez en cuando. Y los secretos de siempre . Y el inentendible motor de la vida que no se apaga nunca, y vos que andas seguro de algo que no sabes qué es pero por lo menos te deja dormir en paz. Ella no cocina muy bien pero no hay de qué preocuparse, después se tomarían unas cervezas que lo arreglarían todo. Y vos con esa envidiable sensibilidad para lo cotidiano, que perdona todo error, todo camino desviado, con esa particular sensatez para arreglar a los demás. No lo copiaste de esas malas películas, no lo escuchaste antes, bueno, así vos eras. Vos eras como salido de mi propio corazón.
Toda esa cotidianidad. Todo ese ruido, Sonrisas a medias, palabras a medias. Es en esa cotidianidad ingobernable que vos dominas tanto donde te pierdo todos los días. Días como hoy se apaga todo tipo de emisor, se terminan etapas, y hay que renovarse. Adiós todo! Días postales. Días silencio. Días en coma, recuerdos en mudo que vienen y van y hacen que yo te busque siempre para desandar esos caminos que las letras exigen. Desandarte. Y por las vías que Cortázar construyó tantos laberintos en los que perderse. Él se desandaba. Bueno, él era alguien así como vos que mira con ojos del buen paisaje y que (simula?) tener un hermoso ánimo todo el tiempo, a pesar de la pesada y profunda mirada que hay en cada fugaz cruce. Y ayer me pasó que tanto quería que pararas y yo quería pararte, pero no podía. Y vos sabes, santas ganas de ganarle a esa incertidumbre de encontrarte, de volverla más previsible. Y quemar más rápidamente los esquemas de imaginarnos o al menos preguntarnos por los clisés (cómo va el trabajo? cómo van tus cosas? bla bla) y pasar por fin a temas que sentimos que no se les puede plantear a cualquiera, o que andamos pensando siempre y nunca se los planteamos a nadie: hablar de las letras, del ritual, del hombre, de la mujer, de la angustia, del crecer, del envejecer, de la sensibilidad, de las palabras, paisajes internos... no sé, de cosas de las que vale la pena cuando se tiene un momento que cotiza caro porque no sobra, y una persona que el encuentro mismo lo hace imprevisible y como tal, invaluable. Yo extraño ese túnel de realidad alternativa y siento que lo necesito tanto a veces. No tengo la menor idea de qué hay detrás del túnel de realidad alternativa, pero si el motor inentendible de la vida misma no se apaga seguimos, seguimos...
sábado, 23 de agosto de 2014
Insomnio
Por un extraño motivo él se había abandonado al sueño e instantáneamente quedó dormido, por un momento pensé que nunca había visto algo tan inerte, y quedó como suspendido en un profundo letargo de cansancio y podría decir que casi espiritual. Al mirarlo enormemente cansado comencé a entrar yo en un insomnio de dimensiones, de direcciones, recuerdos, imágenes, concuspiscencias de verlo yaciendo allí, como descansando de la vida que llevaba puesta, y que de una forma inane tanto yo como todos los que teníamos algo que ver con él le habiamos deparado. En ese baile-insomnio abrumador dentro de mi cabeza me emocioné; por adentro mi corazón se amasaba como el harina contra la mesa y cuánto más hondo él respiraba, y se erizaba y se dormía yo más me sumergía en el insomnio. Si bien lo último que hubiese querido era despertarlo, o molestarlo, se me hacía incontrolable tal marea golpeándome contra mis rocas interiores en ese momento, a pesar de mis esfuerzos yo más volátil e imprudente me volvía y toda esta conducta media psicopáta para con él era el motivo de nuestras distancias prácticamente siempre,y cuando él dormía aún más me distanciaba de él.
Luego despertó y lo menos que pude hacer fue simular sueño tan pesado, cargado y angustiante como todo aquello que acababa de experimentar, qué iba a decirle pues si era incapaz siquiera de levantarle la voz.
lunes, 11 de agosto de 2014
Torpe
Él, impecable. Yo, como si me estuviera ahogando en su desesperación, y en la mía, intentaba escanear cada rincón suyo, en desalojo, reitero, con desesperación como si supiera que fuera la última vez.
Ahora, yo recuerdo aquel preludio febril y sensato y la prolijidad de sus mareas, la oleada azul que se me hinchó sobe el pecho, la antesala laboriosa y delicada de su desatarme, la cuidadosa forma comparable con el río en calma, pero para soportar todo esto me acuesto, y me abandono al recuerdo, como si estuviera enferma, o como si estuviera vencida por él, y cuánto más crece aquel mismo silencio y aquella misma fragilidad, más imprudente y frágil se vuelve mi torpe deseo.